Recetas muy típicas de España veganizadas
Cocina española típica a base de plantas y con el sabor de siempre
Se podría empezar diciendo que la cocina tradicional española son sabores, recuerdos y texturas que forman parte de nuestra identidad. Pero… ¿qué pasa si decides adoptar una alimentación 100% vegetal?
¿Tienes que renunciar a platos como el cocido madrileño, la fabada o la tortilla de patatas? ¡Para nada!
Hoy te traemos 7 recetas tradicionales españolas en su versión plant based, sin carne, lácteos ni huevos, pero con todo el sabor que tanto nos gusta. Siete platos de toda la vida reinventados desde la cocina vegetal, perfectos para disfrutar de una comida buena y nutritiva.
1. Cocido madrileño vegano
Uno de los platos más icónicos de la cocina madrileña y también uno de los más adaptables.
El cocido madrileño vegano mantiene la esencia del plato: garbanzos, caldo potente, verduras de temporada y su tradicional “pringá”, solo que en esta versión usamos proteína vegetal.

Ingredientes para un cocido vegano:
- Garbanzos cocidos (o remojados la noche anterior)
- Patata, zanahoria, repollo y puerro
- Chorizo vegano (puedes usar el de Heura o el de Calabizo)
- Soja texturizada o seitán para sustituir las carnes
- Pimentón, laurel, comino, sal y aceite de oliva virgen extra
La clave está en sofreír las especias con un poco de ajo y pimentón al inicio, para crear una base muy aromática.

Este cocido vegano sin carne sigue siendo un plato de cuchara de lo más reconfortante.
2. Tortilla de patatas sin huevo
No hay receta más emblemática en España que la tortilla de patatas, y tampoco hay versión más polémica. Pero sí: se puede hacer tortilla sin huevo y que quede buenísima.

Sustituto del huevo:
- Harina de garbanzo + agua (o bebida vegetal de soja sin azúcar)
- O bien tofu blando batido con cúrcuma y levadura nutricional
Consejos de preparación:
- Fríe lentamente las patatas con cebolla
- Mezcla con la “masa de huevo vegano”
- Cuaja en sartén a fuego medio, volteando con cuidado
El resultado es una tortilla jugosa, sabrosa, dorada y perfecta para bocadillos, tapeo o una comida informal para llevar a un pícnic.
Aprende a elaborar una buena tortilla de patata sin huevos de la mano de las mejores chefs veganas
3. Paella de verduras (con todo el sabor del Mediterráneo)
No hay nada que evoque más a playa que una buena paella, y la versión vegetal no tiene nada que envidiar a la tradicional, llámala paella o arroz con verduras, está igual de deliciosa.

Qué lleva:
- Arroz tipo bomba o redondo
- Pimiento rojo, alcachofa, calabacín, judía verde, guisantes…
- Tomate rallado, ajo, pimentón, azafrán o cúrcuma
- Caldo vegetal casero (muy importante)
- Un chorrito de limón al final
Cómo se logra el sabor auténtico:
El sofrito y el buen caldo lo son todo. Puedes enriquecer el caldo con alga kombu, cebolla, apio y zanahoria para potenciar el umami y aportar sabor a mar.
Recuerda: Nada de remover una vez pongas el arroz. Deja que se forme ese “socarrat” crujiente que tanto gusta.
4. Fabada asturiana vegana (sí, con “chorizo” incluido)
Otro clásico del norte que hemos adaptado con mucho mimo. La fabada vegana mantiene esa textura untuosa y ese sabor ahumado gracias a los ingredientes bien escogidos.

Lo esencial:
- Fabes asturianas (o alubias blancas grandes)
- Chorizo vegetal (el de Calabizo es perfecto)
- Tofu ahumado o tempeh para dar cuerpo
- Pimentón de la Vera y laurel
Cuece lentamente todo junto hasta que las alubias estén cremosas. El sabor es tan profundo que nadie echará de menos el embutido animal.
En este post te contamos cuál es la mejor alternativa al chorizo, saludable y hecha en España
5. Fricandó de seitán (la receta catalana más reconfortante)
Este guiso tradicional catalán de carne con setas se transforma maravillosamente con seitán, un ingrediente rico en proteínas y textura carnosa.

Ingredientes:
- Seitán cortado en filetes
- Setas variadas (níscalos, portobello…)
- Vino tinto o blanco apto para veganos
- Harina para rebozar, cebolla, tomate, ajo
- Caldo vegetal y laurel
La técnica del fricandó requiere paciencia y tiempo, pero el resultado es espectacular. Sirve con arroz o patatas, y te parecerá un plato de restaurante.
6. “Calamares” veganos rebozados (con sabor a mar sin marisco)
Sí, también puedes recrear unos calamares a la romana veganos que triunfan hasta en bocata. Aquí usamos setas o palmitos, que al cortarse en anillas imitan bien la textura del calamar.
En tiendas asiáticas especializadas también puedes encontrar bloques de konjac, un alimento vegetal rico en fibra con una textura firme y elástica idéntica a la de los calamares.

Para el rebozado:
- Harina + cerveza fría + sal + cúrcuma
- Fritura rápida en aceite caliente
Sírvelos con limón, una mayonesa vegana y, si quieres ir más allá, en bocata con pan crujiente. Nadie diría que son “falsos calamares”.
Si quieres añadir el plus de un buen alioli casero, pon estos ingredientes en un vaso de batidora y emulsiona hasta lograr una textura untuosa:
- Leche de soja sin azúcar + aceite de girasol
- Ajo, limón y sal
7. Arroz con leche vegetal (un final dulce repleto de tradición)
Un postre sencillo, tradicional y de los imprescindibles que cierran cualquier comida como se merece:

- Arroz redondo cocido lentamente con bebida vegetal de tu preferencia (avena, soja, arroz o coco)
- Cáscara de limón, canela en rama y azúcar al gusto
Cremoso, dulce y sin lactosa.Una receta tradicional que nos recuerda a la infancia.
Consejos para cocinar recetas españolas en su versión vegana
- Respeta los pasos tradicionales: sofreír, guisar a fuego lento, usar caldos caseros…
- No temas los sustitutos: el tofu, el seitán o la soja texturizada pueden ser tus mejores aliados.
- Abusa sin miedo del pimentón, el ajo, las hierbas aromáticas y el aceite de oliva virgen extra.
- Lee etiquetas: muchos productos preparados contienen ingredientes animales ocultos.
- Adapta y experimenta: cada región tiene su receta, así que no tengas miedo de reinterpretar y darle tu toque único.
El sabor y la tradición de siempre sin sufrimiento animal
Estas 7 recetas demuestran que es posible disfrutar de los sabores de siempre, sin renunciar a lo que nos gusta y sin causar sufrimiento a los animales. Con un poco de ingenio y mucho cariño, es posible honrar nuestras raíces gastronómicas sin dejar de lado nuestros valores.
